Sobre su proyecto Making a Change - Un niño a la vez: "En Samoa, los niños que son víctima de abuso sexual son vulnerables a convertirse en perpetradores de abusos en la etapa adulta. Esto se debe en parte a la baja posición que tienen los niños en la estructura social de la aldea y a la inseguridad que les da confiar en los demás, por temor a ser víctimas de nuevos abusos. Como una niña sobreviviente de abuso sexual, puedo ver cómo los niños de Samoa crecen con la idea equivocada de que sus mayores siempre tienen la razón; que el abuso es justificado. A través de este proyecto quiero cambiar esa idea, trabajando con las víctimas de abuso en el Campus de la Esperanza (“Campus of Hope”). El objetivo del proyecto es que cada uno de los participantes, víctimas de entre 8 a 10 años, tenga un mentor juvenil con quien puedan hablar, confiar y pasar el rato; logrando así eventualmente un cambio de mentalidad sobre el tema."
Sobre el Apoyo de KR: "El financiamiento que me han proporcionado me permite implementar los cambios en los que creo; ver a los niños víctimas de abuso levantarse y convertirse en fuertes defensores contra los abusos sexuales y la cultura del silencio que existe a su alrededor en nuestras comunidades locales."